Ya hemos hablado en anteriores posts acerca de la Innovación Abierta y, más en concreto, de la importancia que tienen los modelos de colaboración entre Startups y Empresas, para ambas organizaciones. Lo que a una le sobra, a la otra le falta (y viceversa); de manera que estableciendo unas interacciones adecuadas entre ellas se pueden lograr sinergias, de las que salen reforzadas tanto la startup como la compañía.

Sin embargo, esto no es tan fácil de conseguir y, de hecho, la mayoría de los intentos fracasan. Pero, ¿no es precisamente el fracaso una de las fuentes de aprendizaje más valoradas en el mundo del emprendimiento? Aprendamos, pues, de los motivos de fracaso más habituales a la hora de establecer modelos de Open Innovation con startups.

MOTIVOS DE FRACASO EN OPEN INNOVATION

 

1. No definir claramente los objetivos de innovación.

¿Cuál es el reto o problema concreto que queremos resolver de manera innovadora? Es fundamental responder esta pregunta de manera precisa para poder encontrar la startup más adecuada y no perder tiempo y recursos en lugares equivocados por falta de claridad.

2. No tener claro el modelo de relación.

Parece bastante obvio que no es lo mismo un simple acuerdo comercial o de partnership, que una entrada de la Corporación en el equity de la startup, o que un M&A. Cada uno tiene sus particularidades y es necesario llegar a un acuerdo previo entre ambas partes para caminar en la misma dirección.

3. Falta de concreción respecto al estado de desarrollo tecnológico.

¿Es una prueba de concepto, un prototipo, un MVP o es un producto plenamente desarrollado y en el mercado? Para ayudar a definirlo, puede usarse por ejemplo la escala TRL (Technology Readiness Levels), que es una forma internacionalmente aceptada de medir los niveles de madurez de una tecnología.

4. Fallos en los canales de comunicación y en la toma de decisiones.

Es sabido que las grandes compañías no se caracterizan por su agilidad (algo de lo que sí pueden presumir, en cambio, las startups). De ahí, que sea fundamental establecer canales adecuados y consensuados de comunicación, así como de mecanismos para la toma de decisiones. Buscando, para ello, soluciones adaptadas al modelo concreto de relación, tratando de primar agilidad y eficiencia.

5. Perder de vista que se trata de un win-win.

Lo dijimos al principio, lo que se busca con estos modelos es potenciar las sinergias y que ambas partes resulten beneficiadas del acuerdo. Tanto la startup como la Compañía tienen que tratar en todo momento de ver cómo puede aportar valor a la otra.

 

Para no cometer estos errores, en Bloomium te ayudamos a implementar programas de co-innovación con las startups más disruptivas. Ponte en contacto con nosotros y te contamos cómo lo hacemos.

 

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